No es de extrañarse que cada país envuelva una serie de relatos legendarios que muchas veces le dan identidad a un lugar, relatos que incluso aterren a los habitantes de la región, y aunque las leyendas populares en España son muchas, suelen ser los relacionados con animales mitológicos los que por su apariencia generan cautela a cualquiera, sobre todo para quien pise lugares boscosos.

Monuca

Es una mezcla de gato montés y garduña, que nace cada 11 años sin algún color en su piel y sin poder ver nada, por lo que solo vaga por los bosques hasta el momento que es capaz de recuperar la visión, momento en el cual va en busca de su madre para chupar su sangre hasta matarla, y seguidamente al río más cercano para teñir su piel de los colores con los que no nació. Su cabeza permanece blanca, pero resto de su cuerpo cambia a color azul, rojo y con cola morada.

Se relata que este animal de la mitología Cántabra, concede mucha suerte al hombre que las acoge, y mala suerte para toda la vida si lo hace una mujer, intentando también asesinarla como a su madre, por el gran rencor que la Monuca guarda.

Cuélebre

Es un animal mitológico originario de la mitología española, descrito como un ser en forma de dragón y también rasgos de serpientes, con piel de escamas tan gruesas que no podía ser atravesadas por espadas, dos alas gigantescas de murciélago, dientes muy filosos, un aliento venenoso y además, con la habilidad de escupir fuego por la boca, sin duda armas letales.

El cuélebre era el protector de los tesoros y personajes encantados, específicamente de la mitología Asturiana y Cantabria, que, por sus características resultaba un ser muy difícil de derrotar, pues su único punto débil era el cuello, un punto casi imposible de llegar para quienes se enfrentaban a él.

Dip

Originario de la mitología Catalana, el Dip es un perro de personalidad malvada, cual demonio, característico por su forma de andar, por ser cojo de una pata, que se dice, se encuentra en el pueblo de Tarragona y sobrevive alimentándose todas las noches de la sangre de personas, específicamente en estado de ebriedad y también del ganado, además, es un figura que se le puede ver en el escudo de Pratdip, un pueblo que tomó el nombre mitológico de dicha leyenda.

Se cuenta que esta leyenda nació en el siglo XVI, y se ha mantenido desde entonces, para intentar aterrar a quienes vagaban ebrios  a altas horas de la noche y para justificar la desaparición del ganado en el caso de algunas granjas del lugar.

Busgosu

También llamado Musgosu, es una criatura híbrida, con apariencia de cabra con un par de cuernos, pecho poblado de vello, patas de cabra y rasgos humanos en su cara y torso al mismo tiempo, perteneciente a la mitología Asturiana y Cántabra.

Se cuenta que esta criatura es amable y gentil, presentándose como la guía de los pastores y sus rebaños cuando se pierden, pero igualmente muestra su lado más horrible y despiadado al cazar a sus enemigos de los bosques; los leñadores y cazadores.

Guaxa

La Guaxa es un personaje fantástico Asturiano, con apariencia de anciana y búho, con largos colmillos como el de los vampiros, con el que chupa la sangre de sus víctimas en la noche, en las cercanías de sus casas, luego de abrir las cerraduras con sus afiladas uñas, pero que durante el día, se esconde en cuevas o en troncos huecos del bosque, aunque también se dice que quien corra con la mala suerte de posarse sobre un tronco cercano, siendo de día o de noche, la Guaxa succiona su sangre hasta dejarle sin vida.

No cabe duda que estos animales fantásticos son parte un una narrativa que, bien sea porque existan o no, los lugareños siguen contando y siguen manteniendo la magia de forma latente.