A lo largo de la historia han existido muchísimos métodos e inventos para ejecutar cruel, dolorosa y lentamente, a las personas condenadas por algún crimen que ‘‘mereciera la muerte’’, y la guillotina suponía ser una forma más rápida y más humana para acabar con miles de vidas ante sentencia de este tipo.

Aunque este invento lleva por nombre el apellido del médico y diputado francés, Joseph Ignace Guillotin, se dice que este artefacto ya existía hacía más de un siglo atrás, pero fue Joseph quien llevo la idea ante la asamblea nacional, decía que esta sería una forma más efectiva y menos doloroso de morir, puesto que anteriormente las personas eran degolladas con espadas o hachas, lo que no siempre se lograba a la primera, y resultaba ser más agonizante. Inevitablemente y sin pensarlo, esta máquina empezó llamarse ‘‘guillotina’’, un hecho que más tarde lamentaría no solo el, sino también todo aquel que aunque no estuviera familiarizado con Joseph Ignace, llevaran ingualmente Guillotin como su apellido, incluso muchos terminaron por cambiarlo, pues no querían ser asociados a tal invento.

Guillotin señalaba que este método sería el primer paso para abolir la condena a muerte, pues humanizaba su aplicación. Tan solo el acto de degollar era muy bien aceptado por el público, era un acto que generaba sadismo ante sus espectadores, sin duda algo que se disfrutaba, por aquello, Guillotin, un también fiel religioso, a pesar de estar en contra de las condenas a muerte, argumentaba más humanidad con este método. Además con este artefacto se ejecutarían a las personas sin ningún tipo de discriminación de clase, ya que los castigos se ejercían de forma desigual, «Los delitos del mismo género se castigarán con el mismo género de pena, sean cuales sean el rango o condición del culpable», afirmaba. Los hombres y mujeres del pueblo condenados a muerte, normalmente eran ejecutados en la horca, en la hoguera o simplemente eran descuartizados, todo junto con maltratos físicos o psíquicos, mientras que los aristócratas estaban exento de todo aquello, siendo ejecutados con muertes más rápidas.

En marzo de 1792, una vez aprobada la propuesta de Guillotin, se le encargo al médico cirujano Antoine Louis el diseño, inspirándose en aparatos similares que ya se usaban en diversos lugares de Europa. Louis agrego a una hoja con filo oblicuo, «para que corte limpiamente y alcance su objetivo», afirmaba el mismo.

Ya diseñada y elaborada la nueva guillotina, más tarde sería puesto aprueba por Charles Henri Sanson, un hombre proveniente de una dinastía familiar de verdugos. Sanson fue verdugo por 40 años, y probaría inicialmente la guillotina en cadáveres e incluso animales inocentes antes de cobrar su primera vida sentenciada.

Primera victima

El primer hombre en ser ejecutado por la cuchilla de la guillotina estaba sentenciado por robo y asesinato. Nicolás Jacques Pelletier es conocido por haber sido la primera víctima de la guillotina, pero en su época era conocido también por estar asociado con un grupo de criminales que se dedicaban a robar.

Luego de haber robado a un transeúnte de las calles parisinas y asesinarlo, Pelletier fue acusado esa misma noche y aprisionado durante tres meses, para finalmente, el 27 mayo de 1792 a las 3:30 de la tarde, ser colocado adecuadamente bajo la guillotina, en unos instantes, su verdugo dejó caer la hojilla que  le quitaría la vida.

La multitud que presenció la muerte de Pelletier se mostraba indignada por la poca duración de aquel espectáculo, ya que estaban acostumbrados a métodos que implicaban mayor duración y por ende mayor entretenimiento, «traigan nuestra horca de madera» era lo que exigían, pero ya era un hecho que el único método legal para ejecutar a las personas, era la guillotina.

Revolución Francesa

Durante la revolución francesa, la guillotina se convirtió rápidamente en un símbolo de la llamada política del terror. Solo en parís fueron ejecutadas 2.622 personas y 16.594 en total en toda Francia, entre ellos victimas muy destacas por ser acusados como traidores y contrarrevolucionarios:

Luis XVI

 

Guillotinado el 21 de enero de 1793 a las 10:20 de la mañana.

María Antonieta

9 meses después de la muerte de su marido Luis XVI, María Antonieta fue guillotinada el 16 de octubre de 1793.

Olympe de Gouges

Guillotinada el 3 de noviembre de 1793.

Roberspierre

Fue llevado a la guillotina el 28 de julio de 1794 junto con 21 de sus colaboradores. 

Abolición de la pena de muerte en Francia

Desde la revolución francesa se había intentado abolir la pena de muerte, pero no sería hasta casi dos siglos después que esto se lograría.

Es cierto que La última persona guillotinada legalmente  fue Hamida Djandoubi, el 10 de septiembre de 1977 a las 4:40 de la mañana, un joven que secuestro, torturo y asesino a su ex novia. Pero 4 años más tarde de la decapitación de Djandoubi, específicamente el 10 de octubre de 1981, fue abolida la pena de muerte por decisión política, pues en aquel momento el 63% de la población francesa se mostraba a favor a la pena de muerte. La cámara de diputados abolió la pena de muerte con 336 votos a favor y 117 en contra, haciendo legalmente el fin dela guillotina en Francia.