La historia bíblica del Arca de Noé sin duda es algo conocido por todos. En pocas palabras se trata de un arca de madera de grandes dimensiones, mandada construir a Noé por Dios para albergar una pareja de cada especie conocida así como a Noé, su esposa y sus tres hijos con sus parejas.Serviría para salvarlos del diluvio que Éste mandaría a la tierra, que duraría 40 días y 40 noches y que tendría como fin acabar con una humanidad cada vez más corrompida. Una vez terminado el diluvio las especies repoblarían la tierra, así como Noé y su familia comenzarían una nueva humanidad
Literalmente leemos en la Biblia :<<Hazte un arca de maderas resinosas. Haces el arca de cañizo y la calafateas por dentro y por fuera con betún.Así es como la harás: longitud del arca trescientos codos; su anchura cincuenta codos; y su altura, treinta codos. Haces al arca una cubierta y a un codo la rematarás por encima, pones la puerta del arca en su costado, y haces un primer piso, un segundo y un tercero>> (Gn. 6, 14-16)
En nuestro sistema métrico 300 codos equivaldrían a entre 135 y 274 metros, existe cierta dificultad para decir su medida exacta pues los historiadores no se ponen de acuerdo para lo que sería 1 codo en metros, para los hebreos un codo mediría unos 45cm.
Hablaríamos una nave pensada para flotar más que para navegar, dotada de un fondo plano.
Al terminar el diluvio << el día diecisiete del séptimo mes, quedó anclada el arca sobre los montes de Ararat>>
Pero la Biblia no nos dice el lugar exacto ni ofrece otro tipo de especificaciones, lo que hace difícil su localización, ya que Ararat además de un sistema montañoso era un reino que en el S.II A.C ocupaba 485 km alrededor del monte con el mismo nombre entre los ríos Araxes y Tigris.
Actualmente el Monte Ararat se encuentra entre Turquía y Armenia.
Son numerosos los testimonios que nos hablan de que la famosa Arca de madera si existió en realidad.
Ya en el año 275 a.C mencionaba en sus escritos Eusebio de Cesárea que se sucedían las peregrinaciones al monte para ver los restos del Arca de Noé.
En el año 1274 el rey Haithon de Armenia mencionó ver un gran objeto sobre el monte que decía era el Arca de Noé; por esa misma época menciona lo mismo en sus diarios Marco Polo.
Más tarde, en el S.XIX, el primer explorador occidental en alcanzar la cima, Fiedrich von Parrot escribe el libro Viaje a Ararat, en el que asegura haber encontrado fragmentos del Arca en un monasterio de la zona.
También a finales del S.XIX James Bryce, noble de origen inglés, volvió de un viaje a Ararat con una pieza de madera de un metro trabajada por la mano del hombre, que dijo haber encontrado a más de 4000m de altitud, por desgracia con los métodos que había en ese momento no pudo determinarse la edad de la pieza y acabó perdiéndose .
Pasados los años, con la teorías de la evolución de Darwin, los misterios religiosos dejaron de tener tanta repercusión y los investigadores invertían más en otro tipo de búsquedas, la arqueología en Egipto por ejemplo, con el descubrimiento en 1920 de la tumba de Tutankhamon.
Fue en 1916 cuando el explorador ruso (según contaba la revista de la época The New End) Vladimir Roskovitski pudo ver el monte Ararat mientras pilotaba sobre él, un barco de gran tamaño semienterrado en el hielo. Su testimonio llegó a oídos del zar Nicolás II, que mando una expedición la cual tomó fotografías del lugar, trozos de madera e incluso algunos minutos de grabación. Con la llegada de los bolcheviques y la revolución rusa todo este material acabó desapareciendo. Años después se llegó a decir que todas las publicaciones de la revista habían sido una farsa.
Más cerca de nuestro días en 1955 ,por primera vez se realizó un documental con grabaciones de la zona del monte Ararat donde estaban los supuestos restos del Arca, dicho documental fue realizadopor el ingeniero francés Fernand Navarra, que posteriormente dejaría plasmado en su libro: Yo descubrí el Arca de Noé, de la zona logró rescatar un trozo de madera que fue datado en unos 5000 años atrás, lo que encajaría perfectamente con las fechas en la que el diluvio se hubiese producido.
A partir de ésta expedición el interés por el Arca fue en aumento, la Fundación de Investigaciones Arqueológicas realizó una intensa expedición en 1969, que contaba con Fernand Navarro como guía, se excavó y se volvieron a extraer restos de la madera que se encontraba debajo del hielo, los datos arrojados fueron desalentadores pues su datación se fijó entre los 1.700 y 1.900 años de antigüedad (no los suficientes para ser la verdadera Arca), se buscó una segunda opinión, la del creador de la prueba del carbono 14 que sugirió que además de que las pruebas no siempre eran fiables, era posible que esos restos después de todo lo pasado estuviesen contaminados; todo ésto no hizo más que levantar a los escépticos y alentar los rumores de posible fraude de Navarro.
Sin embargo, Elfred Lee, dibujante con especialidad en arqueología, que había partcipado en la expedición de 1969 recibió la llamada de un hombre Armenio, George Hagopian, que aseguraba que sus antepasados ya hablaban de la existencia del Arca y que en una época de intensa sequía habían subido al monte y habían encontrado el Arca, y que él mismo, según contaba, había accedido a ella y subido por una escalera que lo llevaba a una zona con cincuenta grandes ventanas.
No fue la única persona que habló a Lee del Arca, también recibiría la llamada de un militar, Ed Davis que decía haber visto en 1943 el Arca a menos de un kilómetro. Durante una ruta con el ejército estadounidense al que pertenecía, su chofer local lo llevó a ver el Arca ésta se encontraba en una sima partida en dos, en su declaración llegó a decir que había visto varias jaulas de hierro y madera y que llevaba toda su vida guardando el secreto.
Todos estos testimonios, unidos a los dibujos explicativos de Ed Lee animaron a muchos otros a investigar sobre el tema, viéndose interrumpidos por el conflicto kurdo que cerró la zona hasta el año 1982.
El astronauta americano James B.Irwin llegó a realizar 7 expediciones en los años 80 sin llegar a encontrar en ninguna de ellas la prueba definitiva.
También en ésta década se cuentan una treintena de expediciones, en las que por fin se consiguieron las fotografías y grabaciones que faltaban y que antes sólo encontrábamos en dibujos. Sin embargo los equipos eran bastante primitivos y no alcanzaron los resultados deseados.
A principios de los 90 otros exploradores miraron hacia otra zona, una formación geológica en forma de barco llamada Durupinar, sitio que fue explorado fervientemente por el arqueólogo aficcionado Ron Wyatt y por David Fasold (en la fotografía), donde se halló un fragmento cerámico de forma humana con un martillo en la mano que llevaba la inscripción de Noach al revés, lo que podría identificarlo con el personaje bíblico; además se encontró un pequeño cementerio y una lápida con ocho cruces, que se corresponderían con las ocho personas que viajaban en el Arca.
Paralelamente a las expediciones, existe una investigación de la CIA, en EEUU, unas fotografías tomadas por accidente por un satélite de espionaje que arrojan a la luz una estructura en medio del monte Ararat y que fue llamada “anomalía del Ararat” ( “La anomalía del Ararat se encuentra a 4663 metros de altura, está en la zona noreste del Monte Ararat y está cubierta por hielo glacial. El tamaño de la formación, de acuerdo a las imágenes del satélite, tiene unos 309 metros; que equivaldrían a los 300 por 50 metros que medía el Arca de Noé ) fotografías clasificadas como top secret, la mayoría de ellas no han salido todavía a la luz.El tema fue estudiado por el profesor Taylor que no logró, por más que insistió, que desclasificaran dichas fotos, lo que le hace pensar que esconden un gran secreto, ya que si solo se tratase de una formación rocosa no tendrían nada que ocultar. En septiembre de 1999 Taylor logró convencer a una compañía propietaria de un satélite comercial de que tomase unas fotografías en las coordenadas exactas de “la anomalía del Ararat” y consiguiendo las imágenes màs cercanas hasta el momento, que muestran una figura rectangular que no sigue la estructura de la montaña, y que después de estudios de expertos se llegó a la conclusión de que era algo hecho por la mano del hombre, auque cuenta con muchos detractores.
Con el deshielo del 2003 se volvieron a tomar fotografías, muy claras, pero de momento resulta imposible determinar si aquello que está allí es el Arca de Noé. La expedición definitiva debería de contar con radares y poder penetrar en las capas de hielo para poder ver definitivamente lo que se encuentra debajo lo que resultaría una operación con mucha dificultad, unido a ésto, se trata además de una zona tomada por los kurdos y con paso restringido.
Muchos aseguran que al gobierno islámico no le interesa para nada desvelar el misterio, pues no quieren que la zona se convierta en un lugar de peregrinación de los cristianos.
Un sherpa nepalés aseguró una vez que “tal vez el mayor descubrimiento arqueológico de todos los tiempos –el arca de Noé– se encuentra preservado providencialmente para que sea revelado al mundo en el momento adecuado y, claramente, este no es el momento”.