Hiroshima y Nagasaki, posiblemente dos de las ciudades más famosas del mundo, y no precisamente porque sean centros turísticos, o porque tengan monumentos naturales, ni patrimonios de la humanidad, sino porque esas dos ciudades fueron las primeras en donde se lanzaron y donde se pudo comprobar el gran poder del arma más tenebrosa y catastrófica que pudo haber creado el ser humano; la bomba atómica, el arma que supondría el fin de la segunda guerra mundial, aunque el fin de la misma sería realmente el inicio de muchas consecuencias que perdurarían en el tiempo, pero no solo en la mente de muchos por lo sucedido, sino también en los cuerpos de los sobrevivientes por los efectos de las detonaciones.

Consecuencias inmediatas

Esta arma de destrucción masiva es capaz de arrebatar miles o millones de vidas en cuestión de segundos, y dejar inhabitada y desolada una ciudad entera, tal y como ocurrió con las bombas atómicas lanzadas el 6 y el 9 de agosto de 1945, la primera en Hiroshima, matando alrededor de 166.000 personas y  la segunda en Nagasaki, matando a más de 80.000.

Desde un inicio se habían elegido 3 ciudades japonesas como posibles blancos del ataque, la principal fue la ciudad de Hiroshima, ubicada en el delta del Rio Ota. Esta ciudad tenía un papel militar importante, ya que albergaba un centro de comunicación y zonas de concentración de las tropas japonesas, pero distaba mucho de ser una amenaza militar, pues más del 80% de la población eran civiles.

Desde el mes de marzo de 1945, prácticamente todas las ciudades del Japón habían sido bombardeadas por las tropas norteamericanas, mientras que Hiroshima permanecía intacta, pero eso cambio la mañana del 6 de agosto cuando se acercó un avión bombardero, el “Enola Gay”, a su objetivo principal,  el puente “Aioi” con su llamativa forma de T, situada sobre el rio en el centro de la ciudad, siendo visible incluso a diez mil metros de altura.

Una vez establecido el punto y unos 90 segundos antes de liberar la bomba apodada el “Little boy”, el bombardero calibra y se concentra en su objetivo unos 3 Km más abajo, y realiza con cuidado las últimas maniobras, el personal  del avión hace cálculos y espera que la bomba detone a los 43 segundos después de ser lanzada.

Muchas personas cercanas al objetivo inicial sobrevivirían por accidente (o por suerte), pues, el blanco ya establecido; el puente Aioi, no sería en donde explotaría esta bomba atómica, ya que los vientos laterales desviarían al ‘Little boy’ por casi 240 metros.

Sobrevivientes a ese fatídico día comentan que era un día normal, las personas iban a sus trabajos y los niños a las escuelas, no se hicieron  avisos de que iban a bombardear la ciudad, más bien la gente pensó que era un avión meteorológico, por eso nadie corrió a los refugios, cosa que se hacía antes que bombardearan una ciudad, lo cual ayudaba a salvar vidas. Al no saber de qué avión se trataba, muchos fueron los curiosos que salieron a mirar la nave que estaba sobrevolando la ciudad en ese momento, lamentablemente seria esa imagen lo último que verían.

Su explosión fue el equivalente a 13 Kilotones de TNT y se estima que la temperatura se elevó a más de 1.000.000°C, más caliente que la superficie del sol, lo que incendió el aire de repente una luz intensa que iluminó en el cielo, un destello tan intenso que todo el sitio quedo en blanco por el fuego de la explosión nuclear.

En unos instantes la tripulación que lanzó la bomba pudo observar el hongo nuclear, que alcanzó rápidamente los 16 km de altura y a su vez sacudió terriblemente al avión por la onda expansiva y en la ciudad la bomba se extiende 5 km a la redonda. Esta novedosa bomba en términos nucleares, para la época arrasa la ciudad en segundos, y deja a Hiroshima convertida en una inmensa llanura, debido a tal acto, más de 100.000 personas mueren al momento y 70.000 son heridas, se trata de la mayor cifra de muertes jamás causada por una sola arma, después de la devastadora bomba. Horas después solo se podían ver personas carbonizadas, otras  arrastrándose en el piso totalmente negras y quemadas, en el rio había miles de cadáveres y montículos de personas sin aliento. Quienes caminaban en medio de ese horror tenían un aspecto fantasmagórico, ya que no podían ver absolutamente nada, otras quedaron ciegas, prácticamente eran personas muertas caminando, las bombas  fueron tan destructivas que  muchos murieron después por los efectos de la radiación.

Días después del bombardeo en Hiroshima  el Presidente Harry Truman anunció; “si el imperio de Japón no aceptan nuestros  términos, pueden esperar una lluvia de destrucción desde el aire, algo nunca visto sobre esta tierra”, el gobierno Japonés y el emperador Hirohito no reaccionaron a las declaraciones, más bien consideraban ciertas condiciones para la rendición, como que se preservara el “Kokutai” o el sistema imperial y política nacional.

Al no haber una rendición, se pusieron en marcha el siguiente bombardeo. El 9 de agosto de 1945, el B-29 Bockscar se dirigió a su primer objetivo, la ciudad de Kokura y Nagasaki como objetivo secundario, el plan para lanzar la bomba fue igual al de Hiroshima, pero el Bockstar, al llegar a la ciudad de Kokura, esta se encontraba cubierta en un 70% por nubes que oscurecía los objetivos del bombardero. Sobrevolaron 3 veces sobre la ciudad, pero fue imposible visualizar el terreno, además ya el combustible se estaba consumiendo, decidieron ir al objetivo secundario en donde fue lanzada la segunda bomba, sobre la ciudad de Nagasaki a las 11:00 am, 40 segundos después la bomba hizo explosión a 460 metros de altura sobre la ciudad y a casi 3 km de distancia del hipocentro planeado originalmente la bomba fue bautizada con el nombre de “Fat Man” fue lanzada en esa ciudad causando más de 80.000 muertes y más de 50.000 heridos.

La cuestión con Nagasaki es que contaba con uno de los puertos más grandes en la parte sur de Japón y tuvo gran importancia en la guerra debido a su alta actividad industrial, incluyendo la producción de artillería barcos y equipo militar, pero la bomba en realidad destruyó el 40% de la ciudad, gracias a que la topografía del lugar que evito que el radio de destrucción fuera mayor.

Consecuencias retardadas

Para quienes lograron vivir respectivamente luego de cada ataque, uno pensaría lo afortunados que pueden ser, pero muchas de estas personas conocidas como los hibakusha (los bombardeados) se verían afectados con enfermedades y mutaciones genéticas relacionadas con la radiación, incluso mucho tiempo después.

Realmente los sobrevivientes no se salvaron, muchos fueron los que quedaron huérfanos, gravemente heridos, sin hogar ni ningún tipo de refugio, mutilados y permanentemente afectados por la radiación y efectos post traumáticos de la guerra, ni siquiera los bebés que aún se encontraban en el vientre de sus madres cuando ocurrió el bombardeo atómico quedaron libres de efectos, pues muchos de los que nacieron presentaban aberraciones cromosómicas y alteraciones en su ADN, sin mencionar las deformidades físicas. Enfermedades como la leucemia ya se hacía presente luego de 3 años de lo ocurrido ya en 1948 en los hibakusha, además de haber aumentado enormemente la presencia de varios tipos de cáncer en ellos 20 años después, producto de lo ocurrido en 1945.

Las consecuencias ambientales también se hicieron notar, el aire y el agua quedaron afectados (medio por el cual se presume aumento la presencia del cáncer en los hibakusha), al igual que la tierra, pues hubo pérdidas de cultivos y zonas de plantación infectadas por la radiación, y hoy en día se sigue lidiando con ello.

Los hechos en estas ciudades son innegables y desastrosos, todo acto de guerra trae consecuencias catastróficas en cualquier parte del mundo, es un acto vil y aterrador que hace sufrir a la humanidad, la gente inocente, a niños indefensos, civiles que no tienen nada que ver con los conflictos entre naciones y hasta animales y el medio ambiente. Aunque la historia nos relata que gracias a  esas dos bombas fue que ocurrió la rendición de Japón y se llegó al final de la segunda guerra mundial, rendición que se hizo oficial el 2 de septiembre de 1945, sus consecuencias han pesado desde entonces hasta nuestros días.

Este hecho quedara plasmado para siempre en la historia como las 2 únicas armas nucleares usadas en guerra, y al peligro oculto al que la humanidad está expuesta actualmente con armas nucleares, mil veces más potentes y más destructivas que el “Little boy” y el “Fat Man”, y la proliferación de las mismas en muchas naciones en las cuales presentan tensiones hoy en día con grandes potencias y el desencadenamiento de una guerra con estas armas podría desaparecer el mundo como hoy en día lo conocemos.