Nacido el 10 de noviembre de 1923, Hachiko era un perro de raza japonesa, muy admirado por la gran lealtad que guardó a quien fue su amo, un profesor de nombre Eisaburo Ueno, profesor a quien se le fue enviado el pequeño cachorro desde un granja de la ciudad de Odate a principios de 1924. Se menciona que al principio Ueno no quería conservarlo, debido a que la muerte de su mascota anterior lo había entristecido profundamente, pero al final decidió quedarse con el perro debido a la insistencia de su hija.
El cachorro tardo dos días de viaje en un vagón de equipaje hasta llegar a los brazos de Eisaburo, quien decidió llamarlo Hachiko (Hachi: ‘ocho’ en japonés, representado como: (八)), debido a la apariencia de sus patas que, estaban ligeramente dobladas, y pronto la química y el amor que había entre los dos se hizo notar y creció cada día mas, sobre porque su hija había decidido mudarse a la casa paterna de su esposo.
Pronto Hachiko comenzó a acompañar al profesor todos los días camino al trabajo hasta llegar a la estación de trenes en donde se despedían, para luego al final del día esperar su regreso, esto se hizo rutina en la vida de ambos. Sin embargo, el 21 de mayo de 1925, el profesor nunca llegó, Eisaburo había muerto luego de sufrir un paro cardiaco al momento que se encontraba dando clases en la universidad, ese día, Hachiko espero más de la cuenta sin la satisfacción de poder recibir a su amo.
Hachiko continuo yendo a la estación a la espera del profesor durante 9 años, hecho que indudablemente le llamo la atención a las personas que frecuentaban la estación, habiendo visto que, anteriormente el perro esperaba a el reencuentro con su amo al llegar del trabajo, y aún seguía haciéndola a pesar de que nunca llego, por lo que la historia se dio a conocer, llamado a Hachiko como el perro fiel, y las personas del lugar alimentaba y cuidaban de él.
En marzo de 1935, Hachiko fue encontrado muerto en la estación en la que solía esperar al profesor, fue mucha gente la que se reunió a su alrededor y aún más las que le acompañaron a enterrar parte de él. La piel de Hachiko fue disecada y exhibida en el Museo Nacional de Ciencia de Japón y sus restos se encuentran enterrados junto a los de su amo, pero su historia ha quedado plasmada también en la literatura, la televisión e incluso en la famosa película, Hachi, siempre a tu lado, inspirada en esta historia, en donde 3 perros interpretaron a Hachi, sin duda un animal famoso de película y de la vida real.