El mito viviente de Hollywood, la mujer más deseada aún después de su muerte, Marilyn Monroe murió en extrañas circunstancias. La niña huérfana llamada Norma Jean, se convirtió en actriz en la época de oro del cine. Sobre los motivos de su desaparición cuando tocaba la cima su fama, descubren diversas conjeturas que apuntan al suicidio y al asesinato.

Lo cierto es que el 4 de agosto de 1962 se encontró el cuerpo sin vida de Marilyn en la habitación de su domicilio en California. Tenía 36 años y la encontró su sirvienta, junto a su cama se encontró un frasco de barbitúricos vacío, por lo cual concluyeron que sufrió una sobredosis, sin confirmarse si la administración de las pastillas fue accidental o intencional. En nuestros días los libros que relatan los hechos investigados después de su muerte, detallan las maniobras para asesinar a la modelo y aparentar luego un suicidio. La versión oficial indicaba muerte por sobredosis, pero las investigaciones alegan que el hermano del Presidente JFK ordenó su muerte.En torno al hecho surgieron innumerables especulaciones, algunas hablan de que la actriz decidió acabar con su vida luego de conocer, que el Presidente John F. Kennedy quería finalizar la relación íntima que mantenían.
También están las teorías que no creen que fue un suicidio, sino que van más allá vinculando su muerte con la familia Kennedy, porque la estrella de cine significaba una amenaza para el país, quizá porque sabía demasiado. Su participación durante el cumpleaños del presidente cuando cantó sensualmente para homenajearlo, hizo suponer un romance entre ambos y su amistad con Robert Kennedy, despertó las más siniestras conclusiones.

Testimonios de personas que presenciaron una discusión con Robert Kennedy, relatan que Marilyn quiso acuchillarlo en un ataque de nervios. Más tarde, lo amenazó con contar públicamente su relación con ambos mandatarios y terminar con la afamada reputación política y familiar de ambos.

Informe oficial
La autopsia “oficial” ha sido minuciosamente estudiada, pero no confirma las verdaderas causas de la muerte y solo informa que consumió medicamentos, dejando entrever un posible suicidio pero se contradice en determinadas cuestiones clínicas. Desde los fallos cometidos durante la necropsia, sumada a las horas que estuvo el cadáver sin levantarse en su habitación, la prensa ha denunciado el crimen reiteradamente.
Los análisis que se realizaron no confirman el suicidio, porque los moratones encontrados no indicaban signos de violencia, y el cuerpo parecía haber sido movido. Tampoco se encontraron restos de barbitúricos en el estómago, por lo cual si había ingerido aproximadamente 40 o 60 pastillas la tinta amarilla de las mismas, hubiera dejado rastros en su aparato digestivo y esto no se informa en la autopsia.
Se convierten en dudosos los informes, porque en la escena de la muerte hay un espacio de tiempo de cinco horas y según dichos de la enfermera que la encontró, aún estaba con vida cuando llegó el servicio médico. Pero los datos de las maniobras no están incluidos en el informe final.

Ante estas afirmaciones cobra fuerza el complot sobre el asesinato de Marilyn, que apunta a las esferas del poder político, interesado en silenciarla. Según esta hipótesis hay evidencias de informes secretos del FBI archivados y catalogados como alta seguridad y comunismo. El diario de la actriz por otra parte no se encontró, confidencias secretas que podían haber explicado las causas de su trágica desaparición.

Uno de los hombres cuestionados en este caso es el psicoanalista, que suministraba la medicación y conocía las verdades comprometedoras que guardaba celosamente Marilyn. En palabras del médico que la atendía en vida: “Marilyn Monroe tendía a relacionarse con personas que le hacían daño”. Tal vez era él una de esas personas porque también afirmó: “puedo hacer que Marilyn Monroe haga lo que yo quiera“. Este dato lo relaciona con la posible implicancia en el crimen accediendo a su domicilio para atentar contra ella. En confesiones a sus más allegados, Monroe dijo en varias oportunidades, que conocía datos peligrosos para los Kennedy y que en caso de sentirse utilizada como “un pedazo de carne”, no dudaría en contarlos.  Esta bella mujer que en la última etapa de su vida necesitaba atención psiquiátrica y medicación, también tenía conocimiento de datos confidenciales del estado norteamericano, por lo cual su muerte podría haber sido encargada.